Terapias para niñ@s y adolescentes
Por esto es importante la terapia en niñ@s y adolescentes
La infancia es etapa en la que se ponen las bases para el resto de la vida. Por eso, los problemas que se presenten en esta etapa y no se resuelvan tendrán consecuencias en el resto de la existencia del niño/ de la niña.
En Sayri Psicólogos la terapia con los más jóvenes consiste en buscar solución a los problemas que encuentran durante todo su crecimiento.
Queremos darles lo mejor, una ayuda a tiempo
Nos preguntamos cómo un/una niñ@ puede tener problemas. Es cierto que a veces suelen ser pasajeros, e incluso formar parte de la formación de su personalidad, o adaptativos para un correcto desarrollo.
Estos problemas posiblemente desaparecen o son resueltos directamente por el propio menor. En definitiva pensamos que l@s niñ@s o adolescentes no pueden tener problemas, que no son importantes o pasarán con el tiempo.
Pero sí existen otros problemas que no son capaces de resolver por sí mismos, y se precisa la ayuda de los padres, educadores y un psicólogo.
Una ayuda que les instruya para enfrentarse a estas etapas tan cambiantes y complicadas de la vida.
Una orientación profesional para enfrentar las dificultades
L@s niñ@s también pueden padecer estrés, depresión, tristeza, ira, miedo, celos…
Estas emociones se reflejan en conductas desadaptativas como son:
→ agresividad,
→ problemas en el lenguaje,
→ bajo rendimiento escolar,
→ aislamiento,
→ insomnio,
→ cambios de humor repentinos,
→ falta de apetito,
→ dolencias físicas inusuales, etc.
Trastornos en niñ@s y adolescentes
* PINCHA EN CADA UNO PARA SABER MÁS
» Autoestima en niñ@s
» Celos
» Falta de habilidades sociales
» Impulsividad
» Agresividad
» Acoso escolar
» Bajo rendimiento escolar
» Enuresis
» Encopresis
» Tics nerviosos
» Divorcio de los padres
» Adicción a nuevas tecnologías
-Trastornos de la conducta alimentaria
» Anorexia
» Bulimia
» Sobreingesta compulsiva
» Problemas de Sueño – Insomnio
» Trastornos de Conducta
» Miedos Infantiles
» Trastorno Generalizado del Desarrollo
La terapia infantil intenta ayudar al menor a desarrollar habilidades para resolver sus problemas.
FORMAMOS UN EQUIPO PARA LOGRAR EL OBJETIVO
La intervención se lleva a cabo con el menor, y en muchos casos con los padres, a quienes proporcionamos las pautas necesarias para manejar adecuadamente las conductas y dificultades que experimenta su hij@.
QUEREMOS LOS MEJORES RESULTADOS
En casos en que sea conveniente, en Sayri Psicólogos me pongo en contacto con los profesores, con el objetivo de obtener información sobre el menor y proporcionar también las pautas necesarias para conseguir nuestros objetivos.
El proceso por tanto muchas veces es integral, trabajando con padres, profesores y con el propio niñ@, para asegurarnos los mejores resultados.
FORMAMOS UN EQUIPO PARA LOGRAR EL OBJETIVO
La intervención se lleva a cabo con el menor, y en muchos casos con los padres, a quienes proporcionamos las pautas necesarias para manejar adecuadamente las conductas y dificultades que experimenta su hij@.
QUEREMOS LOS MEJORES RESULTADOS
En casos en que sea conveniente, en Sayri Psicólogos me pongo en contacto con los profesores, con el objetivo de obtener información sobre el niñ@ y proporcionar también las pautas necesarias para conseguir nuestros objetivos.
El proceso por tanto muchas veces es integral, trabajando con padres, profesores y con el propio menor, para asegurarnos los mejores resultados.
La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De su grado de autoestima dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones y en sus actividades diarias. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se siente competente, seguro y valioso. La autoestima en los niños es por tanto una pieza fundamental en la construcción de los pilares de la infancia y la adolescencia.
Los celos son un sentimiento de temor, ira, irritación y/o envidia ante la presencia o actos de una persona que se considera un rival, que puede ser real o imaginario, que amenaza el afecto o la «posesión» de una persona. Esto produce la proyección de sentimientos de inseguridad, sospecha y furia sobre la persona implicada.
La impulsividad es un rasgo de temperamento en los niños, que se manifiesta con una gran intensidad y frecuencia, llegando a alterar la convivencia y condicionar la vida de los padres que la sufren.
Cuando se habla de agresividad se está hablando de hacer daño, físico o psíquico a otra persona. Aunque es una conducta común cuando el niño cumple un año de edad, la función de los padres es, a través de una adecuada disciplina, fomentar la construcción de una conducta no agresiva.
El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.
Es fundamental identificar las causas que están generando el bajo rendimiento escolar. Una evaluación de las variables que están afectando a nuestro hijo, para identificar las que están desajustadas y que provocan dificultades de aprendizaje, es esencial para solucionar el problema.
La enuresis o incontinencia urinaria consiste en la emisión repetida de orina de manera involuntaria durante el día o en la cama por la noche. Para que sea considerada enfermedad debe producirse por lo menos dos veces cada día durante un mínimo de tres meses consecutivos y en niños mayores de 4 años.
La encopresis es la defecación involuntaria que sobreviene al niño mayor de 4 años, sin existir causa orgánica que lo justifique. Se asocia normalmente a la enuresis.
Los tics nerviosos son movimientos involuntarios bruscos, cortos y repetitivos de cualquier grupo muscular del cuerpo: parpadear de forma rápida, estirar un brazo repetidamente, girar la cabeza siempre hacia el mismo lado y de manera continua… Empeoran con la ansiedad, el estrés y la fatiga.
La decisión de una separación o un divorcio en una pareja supone un estado de incertidumbre y malestar, en adultos y en niños. Sin embargo es importante señalar que la decisión de unos padres de poner fin a su relación sentimental supone una alternativa mucho más protectora para sus hijos (y para ellos mismos), que la de prolongar la convivencia a pesar de encontrarse en una situación de divorcio emocional. Es importante acompañar a los niños en el proceso, para contribuir que ese proceso y esa adaptación al cambio sea adecuada y no repercuta emocionalmente en el niño.
Se hace referencia principalmente, en cuanto a nuevas tecnologías, a internet, telefonía móvil, videojuegos y televisión. Definimos adicción a estos elementos cuando las personas se muestran incapaces de controlar su uso y ponen en peligro sus tareas cotidianas y sus relaciones. Experimentan aislamiento, gasto incontrolado, depresión y ansiedad.
La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que lleva a una pérdida de peso provocada por la propia persona y lleva a un estado de inanición.
La bulimia es diagnosticada cuando una persona tiene episodios regulares de comer en exceso y siente que se encuentra bajo una pérdida de control. Posteriormente, la persona utiliza diversas formas para purgarse (vomito, consumo de laxantes…) evitando así el aumento de peso.
Sobreingesta compulsiva
La sobreingesta compulsiva es un tipo de adicción a la comida en el cual la persona afectada realiza períodos de sobreingesta compulsiva de comida, pero sin la conducta purgativa posterior característica de la bulimia, e ingiriendo una gran cantidad de alimentos calóricos en un corto período de tiempo.
Los problemas relacionados con el sueño no son una patología grave en sí misma, sin embargo, tiene graves consecuencias en la vida diaria. Una persona que no descansa en sus horas de sueño presenta agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones, irritabilidad, desgana…
Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-TDAH) está compuesto por 3 subtipos: predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo o combinado (presenta tanto déficit de atención e impulsividad e hiperactividad).
Es un trastorno del desarrollo caracterizado por niveles de falta de atención, sobreactividad, impulsividad inapropiadas desde el punto de vista evolutivo.
– El predominantemente inatento (TDA) implica falta de atención y concentración, así como comportamientos de distracción. Tienen dificultades en la memoria, en retener información y un tempo cognitivo lento.
– El perfil hiperactivo-impulsivo se muestra muy inquieto cuando debe permanecer sentado. En situaciones inadecuadas corre o se mueve de manera excesiva. Continuamente necesita hablar. Pueden presentar agresividad. Y suele tener problemas en las relaciones sociales debido a su carácter impulsivo.
Los Trastornos de Conducta en niños abarcan un patrón de conducta hostil, agresivo o perturbador que dura más de 6 meses y que no es apropiado para la edad del niño. Los signos de advertencia pueden ser: dañar o amenazar a otras personas, mascotas o así mismos; dañar o destruir las pertenencias ajenas; mentir o robar; no tener un buen rendimiento escolar o faltar al colegio; comenzar a fumar, beber o consumir frogas prematuramente; actividad sexual prematura, rabietas y discusiones frecuentes, hostilidad constante hacia las figuras de autoridad.
Todos los niños se comportan mal algunas veces, y otros niños pueden tener problemas de comportamiento temporales debido a situaciones concretas de estrés, pero los trastornos de conducta son más serios.
Los miedos infantiles son miedos evolutivos: temor a los extraños, a separarse de los padres, a la oscuridad, al colegio… La mayoría son pasajeros, de poca intensidad y propios de etapas concretas y adaptativas. Cuando estos miedos son motivo de una gran preocupación, son muy intensos o persisten en el tiempo, es cuando nos debemos preocupar. Es aquí, cuando son tan intensos y persistentes que repercuten negativamente en el desarrollo del niño, en su vida cotidiana o en sus estudios, y la familia, a pesar de sus esfuerzos, no sabe cómo manejar la situación, sería conveniente visitar a un profesional.
Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), se definen como un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas de las habilidades sociales y problemas de comunicación, así como un repertorio de interés y de actividad restringido, estereotipado y repetitivo. Estas anomalías cualitativas constituyen una característica persuasiva del funcionamiento del sujeto en todas las situaciones.
Se divide en 5 categorías:
– Síndrome Autista
– Síndrome de Rett
– Trastorno desintegrativo de la Infancia
– Síndrome de Asperger
– Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado
1- Autismo
El Autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, de la comunicación (tanto verbal como no verbal), y el comportamiento restringido y repetitivo.
2- Síndrome de Rett
Es una enfermedad congénita donde se puede observar retraso grave en la adquisición del lenguaje y de la coordinación motriz, así como retraso mental grave o severo. La pérdida de las capacidades es por lo general persistente y progresiva.
3- Trastorno Desintegrativo de la Infancia
Es una enfermedad “rara” caracterizada por una aparición tardía (> 2 años de edad) de retrasos en el lenguaje, la función social y las habilidades motrices. El síntoma más obvio es que las habilidades ya adquiridas aparentemente se pierden.
4- Síndrome de Asperger
El Trastorno de Asperger es un conjunto de características mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista. La persona afectada muestra dificultades, de gravedad variable, en la interacción social y en la comunicación, así como actividades e intereses de áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos estereotipias. Se distingue del autismo infantil en que en el Síndrome de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje.
5- Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado
Este trastorno afecta a las tres áreas del desarrollo: interacción social, comunicación y conducta. No obstante, no manifiesta los comportamientos en todos los trastornos descritos del TDG, sólo se presentan rasgos de cada uno. Es decir, presenta algunos criterios del resto de los otros trastornos generalizados del desarrollo, pero no cumple todos los patrones conductuales para determinar que es alguno de ellos en concreto, por lo que se le considera no especificado.