La “autoestima” es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Cuando una persona tiene la autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar. Por ello es importante empezar una terapia para conseguir enfrentarlas situaciones y resolver los retos y las responsabilidades que la vida plantea.

Definimos las disfunciones sexuales como aquellos problemas en cualquiera de las fases de la respuesta sexual humana (deseo, excitación y orgasmo), que impiden que el individuo o su pareja disfruten de la actividad sexual.

Consiste en la incapacidad de controlar el reflejo eyaculatorio; es un trastorno de la fase del orgasmo en la relación sexual. El hombre eyacula antes de que él o su pareja lo deseen.

También conocida como ausencia de eyaculación o incapacidad eyaculatoria. Se caracteriza por la imposibilidad que experimenta el hombre para eyacular. Se considera un problema generalmente de origen psicológico.
Se manifiesta con la ausencia o retraso de eyaculación durante la penetración o ante cualquier estímulo sexual, por lo que el paciente no puede culminar el acto sexual. La frustración que conlleva puede afectar al deseo de mantener relaciones íntimas.

Disfunción sexual masculina que consiste en la dificultad para mantener o conseguir una erección. Es bastante común, y más aún a medida que se envejece, pero no significa que forme parte natural del envejecimiento.
Consiste en la incapacidad repetida de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.

Disfunción sexual caracterizada por un espasmo involuntario de la musculatura que rodea la vagina al intentar el coito y que imposibilita la penetración.
Se trata de una afección en la que las mujeres pueden gozar de los juegos sexuales, y alcanzar el orgasmo, ya que esta disfunción no está relacionada con la respuesta sexual.

La dispareunia es el coito doloroso tanto en mujeres como en hombres. Abarca desde la irritación vaginal post-coital hasta un profundo dolor. Se define como dolor o molestia antes, después o durante la unión sexual.

El orgasmo es la culminación del placer sexual. Es una explosión de sensaciones muy placenteras, así como la liberación de la tensión acumulada durante la práctica sexual que se está realizando. Su duración es muy variable entre personas y en la misma persona, y depende de la excitación del momento. El miedo es el principal freno para alcanzar el orgasmo: miedo a perder el control o a dejarse llevar.

Consiste en la deficiencia o ausencia persistente o recurrente de fantasías, pensamientos sexuales y/o deseo de receptividad a la actividad sexual.
La ausencia de deseo no excluye que haya placer o excitación, pero hace menos probable que la persona emprenda alguna actividad sexual

El trastorno por aversión al sexo también denominado rechazo sexual, se produce como consecuencia de un miedo intenso e irracional hacia la actividad sexual. Supone evitar cualquier relación íntima con la pareja, en ocasiones no solo al contacto genital, sino cualquier otro tipo de conducta que se interprete como preámbulo al sexo. Esta alteración provoca un malestar acusado y suele dificultar las relaciones interpersonales, en especial las de pareja.

También llamada dependencia sexual, hipersexualidad, ninfomanía (mujeres), satiriasis (hombres), comportamiento compulsivo sexual.
Es un trastorno en el que los individuos son incapaces de controlar su comportamiento sexual. Esta necesidad de sexo anormalmente intensa, afecta a cualquier aspecto de la vida diaria del paciente (relaciones, trabajo, ocio…). Viene precedida por autoestimulación o masturbación compulsiva, múltiples parejas sexuales en una noche, varias relaciones a la vez, uso persistente de pornografía, cibersexo, prostitución, exhibición, voyerismo, acoso sexual…

Una parafilia es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer se encuentra en una actividad diferente a la relación sexual comprendida por la mayoría de las personas.
Podemos encontrar parafilias que se castigan como delitos, y otras parafilias que aún no siendo aceptadas, no se las considera un delito.

Los animales son el elemento q ue despierta el placer. A veces se da con una relación de coito, pero también se puede hacer mediante sexo oral o con un mero contacto.

Observar a otras personas realizando el acto sexual. Generalmente viene acompañado de la masturbación. Cierto es que ver imágenes sexuales con frecuencia provoca excitación en cualquier persona, pero la parafilia tiene lugar cuando se hace compulsivamente y sin el consentimiento del observado.

Objeto de vestir, talismán, sustancia o alguna parte inusual del cuerpo de otra persona, es la fuente de la excitación, y hasta en algunos casos el orgasmo.

El elemento que se presenta como fuente del placer sexual es un niño o una niña aún no desarrollado, que no puede resistirse a llevar a cabo el acto. Es una de las parafilias más penadas, puesto que provoca efectos psicológicos muy importantes en el menor, y que puede llegar a afectarle toda su vida.

Produce placer el pánico o el miedo de otra persona que observa los genitales del parafílico. Es una de las parafilias más frecuentes y constituye un delito. No suelen ser personas peligrosas, ni intentan abusar de sus víctimas. Todo lo contrario, la mayoría reacciona de forma insegura y huyen si su oferta no es correspondida. Su deseo radica en sorprender a su víctima, provocando una reacción de miedo, asco o curiosidad, lo que le concede una sensación de dominio. La reacción que más detesta es la burla o la indiferencia.

La persona siente un gran placer sexual al ser agredida físicamente. También al ser humillada y sometida por su agresor. Los objetos usados van desde cadenas, látigos de cuero, muebles, perfumes, velas… Consiente de mutuo acuerdo a ser atado, arrestado, golpeado, humillaciones verbales, mientras son penetrados, golpeados… llegando a distintos grados de dolor.

El frotteurismo consiste en la excitación sexual derivada de restregarse o frotarse contra mujeres desconocidas en lugares muy concurridos y sin el consentimiento de la víctima.