Preguntas frecuentes
Tu tienes preguntas, yo tengo respuestas
A continuación puedes ver algunas de las preguntas que más suelen hacerme mis pacientes en la consulta.
Lo que más me gusta es ayudar a las personas, por eso voy a responder a algunas de las cuestiones que me hacen abiertamente, y también a las cosas que no me preguntan en un primer momento, pero sé que también preocupan (Como he dicho, mi objeivo es ayudar).
¿QUÉ ES UN PSICÓLOGO CLÍNICO?
Es un profesional especializado en la conducta humana, entendiendo por conducta todo aquello que hacemos, pensamos o sentimos.
Contamos con las herramientas necesarias para realizar una evaluación y un diagnóstico y poder así proponer después un tratamiento adecuado a las necesidades concretas de cada paciente.
El psicólogo enseña una serie de habilidades, de técnicas y de estrategias psicológicas para conseguir que las personas afronten sus problemas de forma exitosa hasta conseguirlo.
En ningún caso puede cambiar nada que tú no quieras cambiar, ni por supuesto cambiar tu forma de ser.
¿ POR QUÉ UN PSICÓLOGO Y NO UN PSIQUIATRA?
Un psiquiatra es un médico, especializado en la rama de psiquiatría.
El psicólogo estudia propiamente la carrera de Psicología, y posteriormente se especializa en clínica.
El psiquiatra está centrado en evaluar la fisiología y la química de los problemas psicológicos, encaminando su labor principalmente al área médica y FARMACOLÓGICA del trastorno.
El psicólogo tiene como principal objetivo evaluar y tratar problemas de tipo psicológico, analizando las causas que lo mantienen en el tiempo, y proporcionando al paciente técnicas y habilidades que le ayuden a conseguir superar los problemas que tenga.
¿ POR QUÉ UN PSICÓLOGO PUEDE AYUDARME?
Para poder solucionar un problema tenemos que saber en qué consiste el problema, qué es, qué está provocando y cuál es su funcionamiento.
El psicólogo va a tratar de ayudarte a descifrar todo esto, definir en qué consiste tu malestar, identificar su origen, analizar el malestar que provoca, qué es lo que lo mantiene.
Todo ello con el fin de enseñarte a afrontar y superarlo para volver a sentirte bien.
¿ CUÁNTO DURA EL TRATAMIENTO?
No se puede determinar la duración de un tratamiento psicológico.
Influyen distintos factores que estimarán el tiempo empleado, como son el tipo de problema que tiene el paciente, de las características de la persona, de la sintomatología y evolución de la misma, y en gran parte de la corriente psicológica desde la que se trabaje.Desde el psicoanálisis, el tratamiento puede durar años.
En Sayri Psicólogos trabajo desde un enfoque COGNITIVO-CONDUCTUAL-ANALÍTICO, donde se consiguen resultados en algunos meses.
El tiempo si irá ajustando y valorando a lo largo de la terapia.
¿ CUÁNTO DURA UNA CONSULTA?
En general la duración de una sesión es de unos 50-60 minutos.
En las terapias con niños el tiempo es de 45 minutos.
En principio lo ideal es que las sesiones se produzcan con una frecuencia semanal, y según se va produciendo una mejoría significativa se van alargando a sesiones quincenales, después mensuales, y así progresivamente hasta conseguir la remisión total de la sintomatología presentada
SI NECESITO UN PSICÓLOGO, ¿ ES QUE ESTOY GRAVE ?
Muchos de los pacientes que piden ayuda a un profesional de la psicología lo hacen para recibir ayuda, consejo, pautas y orientación respecto a alguna situación de su vida a la que no sabe hacer frente por sí mismo.
Proporcionar soluciones y herramientas es el papel que juega el psicólogo en estos casos.
TENGO PROBLEMAS DE PAREJA ¿PUEDE AYUDARME UN PSICÓLOGO?
Cuando empiezan los problemas de pareja es el mejor momento para buscar ayuda.
Lo frecuente es ver a las parejas cuando la relación ya está muy deteriorada.
Es importante confiar en que un profesional puede ayudar a mediar en el problema, siempre teniendo en cuenta dos premisas.
→ En primer lugar entender que no hay soluciones “milagrosas”, la terapia exige un fuerte compromiso por parte de los dos miembros de la pareja
→ Y en segundo lugar aceptar que la “responsabilidad” de que las cosas no estén funcionando es cosa de los dos.
La terapia de pareja buscará el mejor resultado para las dos partes, sea este el mantenimiento de la relación, o mediar para una adecuada separación.
No olvides también que proporciono una primera consulta informativa, gratuita y sin ningún compromiso, donde profundizaremos también en todas las preguntas que te sugiera la idea de acudir a un psicólogo.
¿Tienes otras preguntas?
Si quieres ampliar alguna de estas preguntas o tienes cualquier otra duda, puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de responder a todas tus preguntas.
No dudes en escribirme a la siguiente dirección electrónica: consulta@sayripsicologos.com
No olvides también que proporciono una primera consulta informativa, gratuita y sin ningún compromiso, donde profundizaremos también en todas las preguntas que te sugiera la idea de acudir a un psicólogo.
La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De su grado de autoestima dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones y en sus actividades diarias. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se siente competente, seguro y valioso. La autoestima en los niños es por tanto una pieza fundamental en la construcción de los pilares de la infancia y la adolescencia.
Los celos son un sentimiento de temor, ira, irritación y/o envidia ante la presencia o actos de una persona que se considera un rival, que puede ser real o imaginario, que amenaza el afecto o la «posesión» de una persona. Esto produce la proyección de sentimientos de inseguridad, sospecha y furia sobre la persona implicada.
La impulsividad es un rasgo de temperamento en los niños, que se manifiesta con una gran intensidad y frecuencia, llegando a alterar la convivencia y condicionar la vida de los padres que la sufren.
Cuando se habla de agresividad se está hablando de hacer daño, físico o psíquico a otra persona. Aunque es una conducta común cuando el niño cumple un año de edad, la función de los padres es, a través de una adecuada disciplina, fomentar la construcción de una conducta no agresiva.
El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.
Es fundamental identificar las causas que están generando el bajo rendimiento escolar. Una evaluación de las variables que están afectando a nuestro hijo, para identificar las que están desajustadas y que provocan dificultades de aprendizaje, es esencial para solucionar el problema.
La enuresis o incontinencia urinaria consiste en la emisión repetida de orina de manera involuntaria durante el día o en la cama por la noche. Para que sea considerada enfermedad debe producirse por lo menos dos veces cada día durante un mínimo de tres meses consecutivos y en niños mayores de 4 años.
La encopresis es la defecación involuntaria que sobreviene al niño mayor de 4 años, sin existir causa orgánica que lo justifique. Se asocia normalmente a la enuresis.
Los tics nerviosos son movimientos involuntarios bruscos, cortos y repetitivos de cualquier grupo muscular del cuerpo: parpadear de forma rápida, estirar un brazo repetidamente, girar la cabeza siempre hacia el mismo lado y de manera continua… Empeoran con la ansiedad, el estrés y la fatiga.
La decisión de una separación o un divorcio en una pareja supone un estado de incertidumbre y malestar, en adultos y en niños. Sin embargo es importante señalar que la decisión de unos padres de poner fin a su relación sentimental supone una alternativa mucho más protectora para sus hijos (y para ellos mismos), que la de prolongar la convivencia a pesar de encontrarse en una situación de divorcio emocional. Es importante acompañar a los niños en el proceso, para contribuir que ese proceso y esa adaptación al cambio sea adecuada y no repercuta emocionalmente en el niño.
Se hace referencia principalmente, en cuanto a nuevas tecnologías, a internet, telefonía móvil, videojuegos y televisión. Definimos adicción a estos elementos cuando las personas se muestran incapaces de controlar su uso y ponen en peligro sus tareas cotidianas y sus relaciones. Experimentan aislamiento, gasto incontrolado, depresión y ansiedad.
La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que lleva a una pérdida de peso provocada por la propia persona y lleva a un estado de inanición.
La bulimia es diagnosticada cuando una persona tiene episodios regulares de comer en exceso y siente que se encuentra bajo una pérdida de control. Posteriormente, la persona utiliza diversas formas para purgarse (vomito, consumo de laxantes…) evitando así el aumento de peso.
Sobreingesta compulsiva
La sobreingesta compulsiva es un tipo de adicción a la comida en el cual la persona afectada realiza períodos de sobreingesta compulsiva de comida, pero sin la conducta purgativa posterior característica de la bulimia, e ingiriendo una gran cantidad de alimentos calóricos en un corto período de tiempo.
Los problemas relacionados con el sueño no son una patología grave en sí misma, sin embargo, tiene graves consecuencias en la vida diaria. Una persona que no descansa en sus horas de sueño presenta agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones, irritabilidad, desgana…
Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDA-TDAH) está compuesto por 3 subtipos: predominantemente inatento, predominantemente hiperactivo-impulsivo o combinado (presenta tanto déficit de atención e impulsividad e hiperactividad).
Es un trastorno del desarrollo caracterizado por niveles de falta de atención, sobreactividad, impulsividad inapropiadas desde el punto de vista evolutivo.
– El predominantemente inatento (TDA) implica falta de atención y concentración, así como comportamientos de distracción. Tienen dificultades en la memoria, en retener información y un tempo cognitivo lento.
– El perfil hiperactivo-impulsivo se muestra muy inquieto cuando debe permanecer sentado. En situaciones inadecuadas corre o se mueve de manera excesiva. Continuamente necesita hablar. Pueden presentar agresividad. Y suele tener problemas en las relaciones sociales debido a su carácter impulsivo.
Los Trastornos de Conducta en niños abarcan un patrón de conducta hostil, agresivo o perturbador que dura más de 6 meses y que no es apropiado para la edad del niño. Los signos de advertencia pueden ser: dañar o amenazar a otras personas, mascotas o así mismos; dañar o destruir las pertenencias ajenas; mentir o robar; no tener un buen rendimiento escolar o faltar al colegio; comenzar a fumar, beber o consumir frogas prematuramente; actividad sexual prematura, rabietas y discusiones frecuentes, hostilidad constante hacia las figuras de autoridad.
Todos los niños se comportan mal algunas veces, y otros niños pueden tener problemas de comportamiento temporales debido a situaciones concretas de estrés, pero los trastornos de conducta son más serios.
Los miedos infantiles son miedos evolutivos: temor a los extraños, a separarse de los padres, a la oscuridad, al colegio… La mayoría son pasajeros, de poca intensidad y propios de etapas concretas y adaptativas. Cuando estos miedos son motivo de una gran preocupación, son muy intensos o persisten en el tiempo, es cuando nos debemos preocupar. Es aquí, cuando son tan intensos y persistentes que repercuten negativamente en el desarrollo del niño, en su vida cotidiana o en sus estudios, y la familia, a pesar de sus esfuerzos, no sabe cómo manejar la situación, sería conveniente visitar a un profesional.
Los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), se definen como un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas de las habilidades sociales y problemas de comunicación, así como un repertorio de interés y de actividad restringido, estereotipado y repetitivo. Estas anomalías cualitativas constituyen una característica persuasiva del funcionamiento del sujeto en todas las situaciones.
Se divide en 5 categorías:
– Síndrome Autista
– Síndrome de Rett
– Trastorno desintegrativo de la Infancia
– Síndrome de Asperger
– Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado
1- Autismo
El Autismo es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por alteración de la interacción social, de la comunicación (tanto verbal como no verbal), y el comportamiento restringido y repetitivo.
2- Síndrome de Rett
Es una enfermedad congénita donde se puede observar retraso grave en la adquisición del lenguaje y de la coordinación motriz, así como retraso mental grave o severo. La pérdida de las capacidades es por lo general persistente y progresiva.
3- Trastorno Desintegrativo de la Infancia
Es una enfermedad “rara” caracterizada por una aparición tardía (> 2 años de edad) de retrasos en el lenguaje, la función social y las habilidades motrices. El síntoma más obvio es que las habilidades ya adquiridas aparentemente se pierden.
4- Síndrome de Asperger
El Trastorno de Asperger es un conjunto de características mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista. La persona afectada muestra dificultades, de gravedad variable, en la interacción social y en la comunicación, así como actividades e intereses de áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos estereotipias. Se distingue del autismo infantil en que en el Síndrome de Asperger no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje.
5- Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado
Este trastorno afecta a las tres áreas del desarrollo: interacción social, comunicación y conducta. No obstante, no manifiesta los comportamientos en todos los trastornos descritos del TDG, sólo se presentan rasgos de cada uno. Es decir, presenta algunos criterios del resto de los otros trastornos generalizados del desarrollo, pero no cumple todos los patrones conductuales para determinar que es alguno de ellos en concreto, por lo que se le considera no especificado.